sábado, 5 de septiembre de 2015

142

Frente al cajero


automático

( como una pistola recargada y precisa)


La pantalla dice:
¿quiere un préstamo?
- presionar si o no-
justo antes de escupir los 20 pavos


Me cubro el mentón
bailo alrededor de la oferta
y suelto el puño como si sirviese
de algo


El sistema se protege, me traga
soy Neo en la habitación
de las lámparas, donde el
arquitecto más antiguo de la historia
dirige cada parcela del mundo
que nos ahoga, que nos separa.


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