viernes, 4 de septiembre de 2015

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La gente se casa a mi lado
huele a primavera y sonrisa, 
a bebida derramada
el amor se recompone
Vivo rodeado de anillos, 
como si formase parte 
de un ejercito de futbolistas 
del que yo soy el arbitro
Me siento en el metro al lado
de un bebé, 
veo las fotos de mis amigos 
de la infancia
La naturaleza de mi sangre
empuja mi espalda, 
pero yo me resisto a la tristeza 
bebiendo tequila
La ciudad se ablanda sin oposición, 
aparto los árboles, las bibliotecas, los barcos
Me muevo en zigzag como una polilla recién liberada,
disfrutando el ritmo y la pausa 
de los que no son llamados 
a participar en el baile de máscaras.


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