jueves, 19 de mayo de 2016

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¿ Cuántas veces te han vencido?
Hablo de adioses, leyes humanas, sueños de cristal.
Dime: ¿ cuántas?
¿Trece? ¿ veintidós? ¿ una?
Yo vengo de un idioma pétreo , una estructura sin huecos,
lleno de aristas que apuntan a mí.
¿ Llorar yo?
Soy un hombre, mucho más que una espada.
Yo no lloro, cargo con las expectativas de diamante de mi padre.
Con la ciudad a cuestas
camino tardes desangradas
amores de burbuja
infancia de opresión.
Soy el reverso del padre
la culpa en boca de los instruidos
en el arte de las máscaras.
No creo en mí
desde que rompieron
el cordón arrojándome
contra Dios.
 

miércoles, 20 de abril de 2016

248

Hay un pelícano sin cabeza en el capó del Cadillac
que quiso ser dinosaurio.
Dame un punto de apoyo 
y dominaré a mis bestias
como quien se sacude los semáforos.
Puedo ser 
un astronauta impulsivo inmerso en 
la dinámica de los dioses.
La ciencia inexacta del ocaso
Velcoro frente a Rust, 
¿podrás reconocerme entre la turba de huesos?
hazme una señal, 
dime que tipo de suerte debo jugarme.

jueves, 17 de marzo de 2016

247

La poesía y sus miserias 
el hálito templado de la mediocridad
el verso fácil que no libre 
la estrofa descargada 
como posándose en el aplauso
antes de nacer
escribir buscando el premio planeta 
el premio mundo, el premio

246

La soledad como grito 
escalera horizontal 
hacia la locura
La esencia de la carne al borde 
de su abismo.

lunes, 14 de marzo de 2016

245

El mundo es un paladar podrido de poder, de cuerdas que nos bailan, sin sentido. 
Aquí no lucha nadie, porque nada es más terrorífico que ceder parte del todo. 
Y el todo es el idioma de las sociedades del futuro, el ala ancha de lo que ansiamos por encima de nosotros. Nos hacen así, solo así se comprende el hastío, la no respuesta, el silencio repetido. Solo así se mantiene erguida una estructura como la nuestra.
La fiera del primer mundo que fabrica aspirantes a la Casa Blanca con peluquín, que hablan de su polla gorda, discursos que ya no nos asustan, ni tan siquiera nos provocan el vómito.

244

Cada uno trae su trauma 
trepando a través de las dorsales del pasado
Visible como un tumor sin signos de puntuación
Conocerse es hacerse cargo de él
sin cargarlo en el otro que también tiene los suyos
Pero en esta sociedad tan inmediata y puta, tan egoísta 
el yo es un niño malcriado jugando en el parque, 
un adolescente que se masturba primero,
el eje del egoísmo por bandera.

Ni nos miramos apenas 
tan solo ejercemos 
el vampirismo.

243

Lo malo de ir al gimnasio es que paso por una sucesión de bares antes de llegar a la meta, con sus mesas alineadas y el brillo dorado de la cerveza apuntándome. Debería esquivar este camino, ponerme las gafas de sol quizás, rezar lo que estime oportuno. Pero soy un hombre falto de estímulos, mis dioses son más antiguos, me los imagino bebiendo en cuernos de plata justo antes de afrontar la siguiente batalla. Así que aquí me tenéis, paladeando un doble de cerveza, media hora antes de que empiece la clase de spinning. 

242


Cada vez que veo una persona con mocos sólidos colgando cual lámparas de araña de los huecos de la nariz, mientras se bebe un café de Starbucks en mitad de la calle, pienso que el gafapastismo ha llegado demasiado lejos y sin embargo aquí estoy en el Starbucks de Infantas, tomándome un delicioso café Mocca.
Lo primero que viene a mi mente es la calle Libertad aquí a dos pasos, con su templo de la canción de autor en el número 8 donde he recitado más de diez veces y menos de cien y me he ido curtiendo como poeta participando de los talleres propuestos por Andrés Sudón.
También asocio Starbucks con los viajes, así que a bote pronto recuerdo un día del mes de noviembre en Miami, gastando mis últimas horas allí, tirando de wifi, mientras escribía un correo larguísimo a la mujer que no quiso despedirse de todos los hombres que fui, mientras bailé con ella lo que duró la vida que compartimos en el estado del sol. Pero como no todos los viajes han sido amargos, también recuerdo los desayunos con Dani y María en Tokio mientras planificábamos la ruta de cada día. Dani solía desayunar un zumo y un sandwich, mientras María y yo solíamos elegir cruasán relleno de queso y jamón y café con leche.
Pensaréis con toda razón qué coño os importa lo que pueda o no recordar un tipo como yo, mientras habita el espacio de una franquicia poderosa, y no puedo más que contestaros que lo de menos es esto, la franquicia, la taza con logo, el café y lo de más es el goteo de personas que ahora mismo caminan calle abajo, mientras observo sus rostros a través del cristal y sus vidas se me filtran a través de las retinas.

241

Nunca os digo, nunca, bajo ningún concepto barra probabilidad barra inconsciencia os compréis un café para llevar sin el protector de manos.
¿ Qué es un protector de manos en la idiosincrasia de los cafés para llevar? 
No es ni más ni menos que un trozo de cartón dispuesto a lo ancho del diámetro del mismo, ideado con el objeto de salvarte de las quemaduras de tercer grado.
Pensaréis: ¿ qué hace este individuo contándonos esto?
Y yo, amablemente con mi mano sana os respondo:
Iba cargado con una mochila de gimnasio repleta, más una bolsa con artículos que había comprado en un hipermercado, es decir, cero manos libres, y se me ha ocurrido comprar un café para llevar. 
Ante la pregunta de la chica que me atendió: ¿ quiere la leche caliente? Yo respondí: sí y solo si, sin saber que me estaba jugando el tipo. 
Dos minutos después, cargado como Tom Hardy en el Renacido mientras bajaba las escaleras del metro, se ha empezado a salir el café, resbalando mansamente por mis dedos y mis pantalones de chandal. No os imagináis la sensación tan guapa de querer tirar todo, gritar y no poder hacerlo porque el metro estaba llegando a la estación.

240

Estudio interpretación porque juego y me siento libre ahí: en el territorio por descubrir. El mundo se abre como un acordeón sin horizonte y me quedo desnudo. Casi nunca me quedo desnudo, solo cuando escribo o habito ese espacio de escena. El miedo existe también, pero es un miedo diferente, un miedo sujeto a la vida en el inicio, pero que a medida que avanzo en la búsqueda, va liberándose, mutando a sensor de conocimiento, más ala que techo.
De la misma forma que no me gusta la palabra poeta, no por su color en sí, no por la música que alcanza, lo mismo me sucede con la palabra actor. Ambas me quedan lejanas, porque el juego acaba de empezar y a mí me queda mucho, tanto que no puedo reprimirme la alegría de futuro. 

239

En mundo azul somos mucha gente importante. No porque seamos científicos o locos o alguien, sino porque nosotros mismos nos damos importancia. Nos autofotografiamos, nos explicamos así mismos en status de perfil, nos relevamos. Como si la vida fuese una carrera de nosotros contra nosotros mismos por ser visibles en la marea de la existencia. 

238

Hay presentes que mutan, como las olas que crecen y terminan rompiendo de una forma diferente a como fueron creadas.

lunes, 15 de febrero de 2016

237

Eran las seis menos cuarto
cuando el calor empezó 
a manifestarse
como invadiendo territorios primitivos
de soledad y silencio
haciéndose presente en los primeros peldaños
de tu boca.
Sonreír era eso. Un idioma divergente, único.


236

Lamo tu sexo
como se bebe del origen,
desoyendo cualquier dogma
que limite el espacio entre dos cuerpos.
 

235

Ayer me quedé en el límite 
un paso más y rompía el silencio
Digo que ayer frenaba por los pelos 
las canciones que hablaban 
de cómo la vida a veces se alinea, 
desdibujando el miedo a los pronombres

Hoy es jueves quinto 
sol a pleno, suerte 
y yo sigo encontrándome 
en el grito amortiguado 
de tus ojos castaños.

234

Te dibujas 
sin esfuerzo 
como destrozando 
la rutina de la noche.