miércoles, 15 de abril de 2015

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En el cuadrado las decisiones se reducen por vértices, hay poca luz además. 
La estructura es tan simple que cada individuo realiza una tarea repetitiva y monótona, hasta que se apaga el sol, a cambio de unas pocas horas de libertad remunerada. 
La vida se organiza por hemisferios, los de abajo se ocupan del trabajo, los de arriba de la toma de decisiones. Es importante mantener erguido el símbolo de la diferenciación, para que luego cada individuo gestione sus sueños, de manera directamente proporcional a la pantalla.

El individuo E, un espécimen de 37 años, metro ochenta, delgado, con una elevado índice de dependencia al veneno de las tablas y los versos, acaba de salir por la puerta de entrada.

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