domingo, 17 de mayo de 2015

54

De ayer a hoy
hay una infinitésima parte
del tejado
que ha comenzado
a desmembrarse
se ve otro cielo diferente al de mañana
que acaricia el ombligo
del cambio, la inestabilidad
o esa irrenunciable carrera de estar vivo
y preparado para seguir cometiendo errores.

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