domingo, 17 de mayo de 2015

44

Me levanto de la noche
descalzo, con el cuerpo
seco de sueños
El reloj de pared arrincona 
mis dedos, los encuadra
como si fuesen vectores de ciudad
Hay demasiadas cosas con las que tropezar, pero no hay rastro de pisadas. Se supone que detrás de la ventana hay una posibilidad de roce, un abismo al que tirar el corazón y los papeles
Amanece.

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