domingo, 14 de septiembre de 2014

LXXXI

La vida me ha hecho temer dos cosas ( bueno tres en realidad): 
el dentista, conducir un coche y las despedidas a pie de tren, 
autobús, avión o cualquier medio de trasporte. 

Esto último es algo que llevo fatal. 

El día en que me voy o se va, el día en que nos vamos o se van, 
ese día estoy taciturno, insoportable, gris. 
Me apago como las bombonas de butano ante un soplo de tiempo, 
frunzo el ceño y hablo solo lo indispensable, prefiero escribir, solo escribir, solo escribir...

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