domingo, 1 de diciembre de 2013

CCXCVI

Llega diciembre
y los mendigos se multiplican
como una epidemia molesta

A cada esquina
un alma desabrigada
a punto
de romperse

Durmiendo a primera hora de la tarde
cuando la ciudad es un avispero

Durmiendo a primera hora
porque de madrugada ya solo duermen
los que lograron cruzar los límites
del sueño eterno

Ahora los ves,
pero no te engañes
siempre estuvieron allí
aunque el otoño los maquillara.

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