domingo, 29 de junio de 2014

XLIX

Escribo
cuando amanece
cuando la vida es aire
y las puertas abren

también cuando las venas duelen
y los charcos cubren los instantes

Escribo
a los cúmulos de arena en el monte del olvido
a los gritos de los sueños
al abismo

Escribo
apuntando a los relojes
que la muerte no nos vista
si acaso nos postergue.

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