martes, 11 de febrero de 2014

CCCXXXII

nadie, nadies

ni siquiera hay caminantes
que luchen por la carne del otro

solo la calle desierta
y un pájaro en llamas
estrellándose contra el vacío.


1 comentario:

  1. Afortunado. El pájaro, digo. Ya no habitará calles desiertas.
    Abrazos, siempre

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