lunes, 15 de octubre de 2012

CXLXVII

El cielo azul de las siete
de la mañana no es
de un azul rotundo,
más bien es una progresión de
tonos semioscuros
desembocando en un claro,
como un ensayo de acuarela o
una procesión de adjetivos

Una progresión de azul sobre
un fondo de silencio
amortiguado únicamente
por el idioma de los pájaros
o el impacto de tu nombre
a mis pestañas.

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