En
este mundo de hiedra y vaho
de
labio y carne
los
sistemas tienden a perpetuarse
El
miedo anida en las amígdalas de la calle
creando
escalas de valores,
finas
lenguas
que
se lamen en el placer que da la seguridad
de
no posicionarse
Nos
volvemos lentos
se
suceden las masturbaciones colectivas,
sonreímos
en el intermedio de la vida
cuando
nos sentimos respaldados
por
el odio
que
es fervor
por
la senda
que
es el nicho
títeres
siendo
masa
somos.
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