domingo, 17 de mayo de 2015

35

La noche nos reclama 
encendiendo imposibles
donde antes había carteles 
publicitarios
Arrojarse contra el cristal
es dar fe de locura
aliento único
Romperse en nombre del origen,
caminar hacía el horizonte
siendo conscientes de su anatomía de diamante
Yo quiero una fuerza igual a dios Madre
una fuerza singular e inherente a mi nombre
no quiero ser avión o coche, ciudadano, profeta o rey
Solo quiero ser capaz de lanzarme al vacío
sin miedo a los cortes
Que el pensamiento dominante
nos bautiza en el nombre de la pausa
la levedad, el no dolor
pero la vida duele
Acostumbraos a su pálpito de aguja,
solo así podréis caer de rodillas.

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