domingo, 14 de septiembre de 2014

LXXVII

Reír como si la risa fuera el idioma
y las huellas al borde de la orilla, 
la única certeza del paso del tiempo. 

Nos comunicamos de labio a piel, de verso a música 
como si vivir fuese esto: un perfecto estado de alegría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario