martes, 28 de enero de 2014

CCCXXII

Hay un momento,
imposible precisarlo
en que los bordillos de las calles
son puentes o talones precisos

impulsos
que nos llevan 
de un punto a otro de la noche

posibles trazas de sueños 
que se rozan
en el límite plateado 
del barco sin proa
que habitamos. 



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