Una vez escribí : necesito un poema abierto
que encienda todas las luces. Fue el primer verso de un poema que terminaría
siendo un fijo en todos mis recitales. Supongo que el inconsciente me hace
agarrarme a él en cada palmo de vida. No paro de escribir, porque lejos de
vislumbrar el camino, la poesía solo me lanza contra el vasto territorio
de la nada.
Por eso incendio, golpeo y lamo cada límite, piedra o dios.
Que la oscuridad me encuentre siendo relámpago y hombre que no deja de apagarse.
de la nada.
Por eso incendio, golpeo y lamo cada límite, piedra o dios.
Que la oscuridad me encuentre siendo relámpago y hombre que no deja de apagarse.
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