domingo, 10 de noviembre de 2013

CCLXXXIII

Madrid no está sucia ahora, no especialmente, aunque veáis los contenedores volcados
y la basura por el suelo. La huelga del sector de limpieza es tan solo una mera anécdota.
Madrid supura desde hace años, enferma, irremediablemente contagiada por la clase política
que la gobierna.

Madrid privatizada, con las calles limpias
y las colas de los comedores sociales cada vez más concurridas.

Madrid vuela, con el metro más bonito del mundo y también el más caro,
con cada vez menos trenes disponibles
y cuotas de espera entre uno y otro de hasta 17 minutos.

Madrid sana, con los hospitales públicos saturados, pero haciendo negocio
con la apertura de nuevos centros privatizados.

Madrid de relaxing cup of café con leche en botella,
esa Madrid que huele a rancio, que no sale en las postales,
pero que a los que la habitamos, nos duele en el alma cada día.

No hay comentarios:

Publicar un comentario