Te prometo que mientras escribo
la línea invisible del horizonte se descuelga en azul
Es entonces cuando me nace la música
y
desaparezco en la inmensidad del poema
Tienes la culpa
de que las calles no sean iguales,
de que a los semáforos les nazcan las ramas
y los pájaros aniden en el vientre del color
calor es el idioma de mi estómago.
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