sábado, 31 de mayo de 2014

XXXIX

La musa 
avanza 
como un relámpago
de imágenes
inconexas 

incendiando
a su paso
las huellas
de Dios

juntando
a pie 
de playa
los extremos
del horizonte 

da sentido
a la 
lágrima, 
poblando el vacío
de corazón coraza
de ese niño
que alguna vez
fue hombre.

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