domingo, 22 de septiembre de 2013

CCLXI

Las olas te acariciaban los tobillos
cuando poseído por la locura,
pretendías caminar hasta el borde del mundo

Ansiabas renovarte
aprendiendo el idioma del mar y la noche

Después de caminar doscientas lunas
con la mitad de sus soles
allí, al borde del último recuerdo,
el mar te devolvió los ojos de niño.

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