Hay noches como esta noche
en las que las estrellas brillan por su ausencia
y mis ojos son cristales necios,
pancartas irrisorias de un mensaje
que ya no tiene vigencia
en este siglo que ya no avanza, ni revienta.
A veces se rompe el silencio
y solo se escucha el latido: emoción
tú que venías entero
antes de esa canción o poema
sientes como la escarcha
comienza a romperse
y ya no te sostiene
ni tu propia columna vertebral.